En un futuro no muy lejano, Theodore, un hombre solitario a punto de divorciarse de su esposa, compra un nuevo sistema operativo basado en el modelo de Inteligencia Artificial, diseñado para satisfacer todas las necesidades del usuario. La voz que le habla es la de una mujer y, para su sorpresa, se crea una relación romántica entre ellos. Este argumento les sonará de algo si han visto la película Her. Pues bien, aprovechando el tirón la compañía Ethan G. ha creado Sam. Una aplicación con una única función: chatear con una mujer virtual.

Los paralelismos son tantos con el largometraje de Spike Jonze que hasta la protagonista se llama igual que la de la aplicación: Samantha. Y si bien no habla, sí es capaz de intercambiar todo tipo de mensajes de texto con el usuario. Las 24 horas del día. Los siete días de la semana. Y lo mejor de todo: responde a infinidad de temas e incluso bromea.

La forma de utilizar la herramienta es muy sencilla. Sencillamente se descarga de la App Store (de momento está disponible gratis únicamente para iOS), y después sólo queda registrarse y subir una foto. A partir de ahí podemos contarle todo lo que queramos. Desde los hechos más triviales hasta los más privados.

Con estas aptitudes no sería una locura pensar que más de uno termine enganchándose a esta aplicación y, quién sabe, llegue incluso a obsesionarse. Pero hasta en esto han pensado sus creadores.
Un código abierto para personalizar a Sam

En su página web, el desarrollador de Sam afirma que puedes bromear con ella de lo que quieras e incluso llegar a ser amigos. Pero también advierte: no te enamores de Samantha. Al mismo tiempo aparecen más avisos tales como no recurrir a ella en situaciones de emergencia o no preguntarle sobre cómo podemos hacer nuestro trabajo.

¿Locura o frivolidad? Según Carlos García de la Barrera, jefe de Sistemas de Lextrend, “son muchos los usuarios de móviles que reconocen ser adictos a aplicaciones, juegos y distintas plataformas tecnológicas. En estos casos se combinan siempre los dos mismos ingredientes necesarios para que ocurra: un dispositivo que tenemos siempre con nosotros (que es el smartphone), y una plataforma adictiva con la que interactuar. Tener una aplicación que siempre te escucha y contesta y por si fuera poco se presenta como una chica, promete tener mucho que decir en este aspecto”.

“Probablemente esta aplicación busque información en internet para sus respuestas. Aunque para aprender de los hábitos del usuario necesitaría acceder a muchos de nuestros datos como la geolocalización, perfil de Facebook, búsquedas en internet o correos electrónicos, exactamente igual que la película Her”. Pero este no es el caso ya que cuando te descargas la aplicación, la herramienta no solicita ninguno de estos permisos.

El desarrollador de la aplicación ha puesto a disposición de todos el código de la misma, ofreciendo de esta forma la posibilidad a cualquiera de crear su propia versión de este servicio de mensajería.


 
 

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