El número de fans o followers en las redes sociales es una “métrica seductora” pero poco determinante
Hace unos días, un tuit celebraba los 10.000 fans en Facebook de una marca de champán. Algunos números se siguen imponiendo a pesar de que blogs y foros especializados insisten en que tener muchos fans no es necesariamente síntoma de éxito en las redes sociales, sobre todo desde que se pueden comprar.
Kevin Briody, que ha desarrollado compañas para varias compañías en Facebook, asegura en Quora que el número de fans es una “métrica seductora porque permite hacer fácilmente comparaciones con otras marcas”, pero añade que lo realmente importa es la “calidad de esos fans” y saber si realmente quieren interactuar con la marca.
Víctor Puig, consultor en Gestión de la Reputación y Comunicación Online, subraya igualmente que “muchos prefieren un buen dato cuantitativo como el número de fans, a veces por entender que las cifras grandes confieren gran prestigio, y otras veces por complacer a un directivo o por no estar por debajo de la competencia.”
El problema, añade Puig, es que “las preguntas incómodas no tardan en llegar a la mesa del responsable de marketing: ¿si hay tanta gente a la que gusta mi página de Facebook, por qué en mi muro nadie dice nada? Pues porque tus “me gusta” llegaron interesados por la oferta o la promoción de turno, y no porque les interesara tu marca”. “Las cosas funcionan cuando los datos cualitativos -es decir, el número de conversaciones, participaciones de los usuarios, preguntas-, son significativos. Más vale llegar a 100 potenciales clientes que a 1.000 personas a las que no importas ni importarás”, concluye el consultor.
La importancia de la estrategia
Jordi Camós, consultor en RocaSalvatella y profesor de la escuela de negocios ESIC, iba incluso algo más allá en la sesión sobre Cómo sobrevivir en las redes sociales que impartió en la última edición del congreso BizBarcelona. “Tu casa no es Facebook”, subrayó para dejar claro al público asistente que el objetivo de cualquier negocio tiene que ser que los consumidores vayan a la web de la empresa en lugar de regalarle datos al señor Zuckerberg.
“Nos tenemos que acostumbrar a que los espacios sociales sean un objetivo de negocio. 20.000 fans no sirven de nada si no tenemos sus correos”, insistió redundando en la importancia de “definir una estrategia, establecer una línea editorial, planificar acciones y, finalmente, medir esfuerzos”.
Pero entre el público se buscaban fórmulas, cursos para aprender a usar herramientas y community managers, un término que, según apuntó Camós a partir de datos de Google Insights, interesa sobremanera en España. “No tengo tiempo de dedicarle horas a esto. Necesito un curso en el que me enseñen qué tengo que hacer y con qué herramientas”, apuntaba una chica joven, responsable de contabilidad de una empresa familiar.
Camós le contestó que “las herramientas son sólo herramientas” y cambian. Lo importante es tener claro para qué se quiere abrir una cuenta en Facebook, Twitter, LinkedIN, Instagram o la red social que se tercie. La chica lo anotó en un cuaderno.
[Via LaVanguardia]