Es una pregunta que todos nos hemos realizado: ¿a qué velocidad he de circular para optimizar mi gasto en combustible? La respuesta llega del Instituto de Investigación del Automóvil, dependiente de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), donde sus expertos han diseñado un algoritmo que muestra al conductor el perfil óptimo de velocidad según el trayecto a recorrer.
Su principal ventaja con respecto a otros programas de este tipo radica en el concepto de aprovechar las variaciones de pendiente de la carretera para configurar una marcha que emplee el mínimo combustible. El usuario introduce un recorrido y el tiempo en el que desea recorrerlo, y el algoritmo se encarga de calcular la velocidad y los cambios de marcha para obtener en torno a un 5% de ahorro a la hora de repostar.
El método empleado para encontrar la secuencia de marchas y la aceleración ideales lo han bautizado como Programación Dinámica. La técnica “considera todas las posibles transiciones entre estados inmediatos de un sistema para hallar la secuencia ideal cuando se requiere que cambie entre dos estados no consecutivos”, relata la universidad en un comunicado.
Felipe Jiménez, profesor en la Escuela de Industriales de la UPM y principal autor del trabajo, lo explica de un modo más accesible a Teknautas: “A partir de un mapa que cuente con los límites de velocidad segura y la orografía del terreno, el algoritmo le dice al conductor cuándo ha de frenar, de cambiar de marcha o de pisar el acelerador”.
La orografía es precisamente una de las claves diferenciadoras del estudio, ya que no existen casi aplicaciones que aborden esta variable. “El conductor normalmente no conoce el camino en profundidad; nosotros sí. Por ejemplo, el programa puede sugerirle que acelere en un descenso para aprovechar el impulso en la siguiente subida, que es algo que no se suele hacer. Entonces nosotros hablamos de un ahorro promedio del 5%, pero en un viaje largo con muchos cambios en la orografía el recorte en gasolina o diésel puede ser muy importante”, dice Jiménez, que ostenta además la dirección de la Unidad de Sistemas Inteligentes de Vehículos. Otras circunstancias, como el mapa del motor, si es gasolina o diésel, la carga del habitáculo o la caja de cambios de cada modelo de automóvil marcan el rango de ahorro de combustible.
Solo para coches con menos de diez años
El proyecto, que arrancó hace cuatro años con el apoyo del Ministerio de Economía y Competitividad, se encuentra a punto de saltar a la fase de prototipo. De momento el programa corre en un portátil conectado a un puerto de diagnóstico del automóvil para monitorizar las revoluciones e indicar el par motor más adecuado. Si su coche no dispone de un bus de diagnóstico por su antigüedad, por encima de los diez años, tendrá que olvidarse de este avance.
El objetivo que se han marcado Jiménez y su equipo es conseguir que el programa final funcione en un GPS de última generación. “Hemos segmentado el algoritmo para que reaccione antes a los cambios y lo estamos optimizando constantemente, si bien sigue necesitando una potencia de cálculo superior a la de estos dispositivos”, lamenta. El experto considera que su algoritmo puede beneficiar, en primer término, a los autobuses interurbanos de largo recorrido. De conseguirse, la Administración obtendría un descuento en combustible precioso en época de crisis.
Los esfuerzos se centran ahora en expandir la tecnología a los vehículos híbridos, dado que sus características inherentes ofrecen más posibilidades para una conducción eficiente, y en implementar un ‘software’ capaz de localizar y ofrecer rutas alternativas a los atascos.
[Via ElConfidencial]