En un mundo donde las redes sociales les ofrecen a los negocios formas más inmediatas de conectarse con sus clientes, ¿el e-mail marketing es aún relevante? Sí. De hecho, el volumen de correos electrónicos con propósito publicitario continúa en crecimiento, principalmente debido a que muchas compañías apenas están haciendo el cambio del correo directo e impreso al electrónico.
Esto también significa que cada vez será un canal más competido. Los e-mails que envías compiten contra cientos de otros, por lo que debes mejorar tus esfuerzos en crear mejores mensajes que verdaderamente sean atractivos para tus consumidores. Te decimos cómo lograrlo:
1. Inicia con una lista robusta
Aunque éste es un punto un tanto obvio, vale la pena reiterar en él: Asegúrate de que los contactos que tienes en tu lista de correos realmente quieran recibir tus mensajes.
¿Cómo saber si tu lista te está generando lo que esperas? Revisa tu índice de apertura. El promedio es de 20 por ciento, si el tuyo es menor que eso es posible que tengas una lista viciada y añeja.
Otra medida para saber cuál es el estado de tu lista de correos es revisar los índices de clics (cuántas personas vieron cuántos clics), así como las tasas de conversión (cuántos realizaron cierta actividad como comprar un producto o servicio o registrarse a una promoción). No obstante, el índice de apertura es la métrica más efectiva.
2. Refresca tus mensajes
Refresca tus e-mails haciendo algo inesperado. Segmenta tu lista para enviar un mensaje dedicado a aquellos que no han abierto tus mails recientemente, y haz contenido especial y poco convencional para ellos –ya sea usando humor u otra opción que le quede mejor a tu marca. Lo que estés haciendo actualmente, hazlo al revés. La idea es lograr una reacción y, por tanto, una re-conquista del usuario.
Aunque suena tentador conservar esa base (será muy doloroso borrarla), lo importante es hablarle a aquellos que quieren escucharte. Ésa es la base del e-mail marketing.
3. Usa imágenes reales
Evita usar fotografías de bancos de imágenes, puesto que esto resulta viejo y es mucho mejor usar las tuyas propias. Adorna tus e-mails con imágenes de tus actualizaciones en Instagram o Pinterest, o usa fotos de tu equipo. Elige fotos reales y divertidas. Sin embargo debes tener cuidado de poner demasiados elementos gráficos debido a que la mayoría de éstos no se despliegan correctamente en dispositivos móviles.
4. Mantenlo simple
Evita usar palabras rimbombantes, el vocabulario corporativo y el estilo de habla Frankenstein. Mejor, comunícate como un ser humano normal, aun cuando tu producto o servicio sea complicado. Usa términos que sean más fáciles de leer, escribe con claridad, usa la primera persona y no te dirijas de usted.
Haz que tus llamadas a la acción también sean simples, de hecho, hazlas casi obvias. ¿Acaso no has recibido algún mail que te confunde y que te hace difícil entender lo que te está ofreciendo? Evítalo y no hagas que tus receptores busquen, sino que encuentren .
5. Crea momentos compartibles
Incluye en tus e-mails los botones para compartir en redes sociales: enviar a un amigo y links para compartirlo en Twitter, Facebook, LinkedIn y Google+.
También considera cómo hacer tu e-mail aún más social. Por ejemplo, menciona el tuit de alguien de tu comunidad y ponlo en tu newsletter. Este tipo de acciones crean un sentido de camaradería y añaden un elemento sorpresa, puesto que el usuario nunca sabrá si fue su “día de suerte”.
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