Cerca de un millón de personas son víctimas de delitos informáticos en todo el mundo. En cierto modo, internet es un territorio sin ley por la dificultad de investigación que tiene la comisión de delitos en jurisdicciones de varios países. Si no cambia la legislación, es muy difícil detener a los delincuentes de la red. Así lo plantea Alberto García, capitán jefe de la Compañía de la Guardia Civil de Marbella, que tras su andadura en la Jefatura de Información del cuerpo en Madrid ahora vela por la seguridad de la Costa del Sol. Para este mando de la Benemérita, “coger a un buen hacker es casi imposible”.
El principal obstáculo a la hora de perseguir un ciberdelito radica en la legislación. Uno de los ejemplos que pone este mando es la investigación de cualquier grupo terrorista. “Mientras la ley no cambie es complicado perseguir las actividades. Es tremendamente difícil seguir la pista a quien los comete: por ejemplo si a cada persona que va a un cibercafé se le pidiese el DNI y se le asignara ese documento al terminal que utiliza, nosotros podríamos rastrear a esa persona. Pero no es así”. El capitán aduce a este medio que cuando se encontraba destinado en el Grupo de Ciberterrorismo, se encontraron dificultades de este tipo en numerosas ocasiones, concretamente en la investigación de emails que se conectan a redes wifi abiertas: “¿Cómo podemos rastrear a una persona que se conecta a través de la wifi libre de un Ayuntamiento? Hay cosas imposibles”.
Centro Europeo de lucha contra el cibercrimen
Otro de los problemas es el de la seguridad en la red. La situación se agrava cada vez más. En la Unión Europea tres de cada cuatro personas operan en internet. Por eso, preservar la seguridad de los usuarios se ha convertido en una prioridad. El último informe del Foro Económico Europeo señala a los ciberataques como una de las principales preocupaciones de un mundo híperconectado. En 2012, casi la mitad de las organizaciones españolas no descartaba verse envuelta en problemas derivados de un ciberataque.

Las instalaciones del Centro Europeo de lucha contra el Cibercrimen acaban de ponerse en marcha en La Haya con el objetivo de acelerar la actuación policial online y hacer de la red un lugar más libre, pero sobre todo más seguro. “Somos muy dependientes de internet, y por eso necesitamos seguridad. Europol se ha puesto las pilas y de esta manera los países de la Comunidad Europea podrán llevar a cabo operaciones mucho más efectivas con un enfoque global”, argumenta Alberto García. El recién estrenado Centro Europeo de Lucha contra el Cibercrimen nace precisamente con el objetivo de acelerar la actuación policial ante los ciberdelitos.
Estereotipo de un cibercriminal
No hay un estereotipo definido de un cibercriminal. Con el tiempo van cambiando. Hasta hace muy poco se pensaba que los cibercriminales eran hackers de 16 años, con coleta e imberbes, pero no. Este mando de la Guardia Civil ha visto de todo: desde peligrosos grupos del crimen organizado que han entrado en el juego del cibercrimen porque los beneficios son muy altos, “muy fácil ganar dinero y el riesgo de ser capturado es muy bajo porque es muy fácil esconderse en internet”, a otros de menos envergadura.
Los más perseguidos en este momento son grupos que operan, sobre todo, desde los países del Este. Al Centro Europeo de lucha contra el Cibercrimen le preocupa especialmente África: a pesar de la baja penetración que tiene Internet en ese continente, figura como un foco que vigila muy de cerca este nuevo organismo europeo que colabora con Interpol y con expertos de los distintos cuerpos nacionales de policía. También, con especialistas financieros y de seguridad online. Los 27 miembros de la Unión Europea participan automáticamente en el centro pero el equipo de ejecución es español y cuenta con expertos del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil.
Delitos económicos
Los delitos que más aumentan son de naturaleza económica, “pirateo de contraseñas de transferencias”, “el robo de credenciales” o de información, “secuestro de credenciales bancarias”. Esta modalidad es la más extendida con la implementación de las nuevas tecnologías. “Todas las medidas de seguridad en internet son pocas”, advierte Alberto García. No revelar ningún dato personal o contraseña para cualquier aplicación son algunas de las principales recomendaciones… porque eso sería como entregarle a un ladrón las llaves de nuestra propia casa”. Y es que muchos de los delitos que se cometen en el terreno físico se pueden realizar “a través de internet”.
[Via ElConfidencial]