Si es usuario habitual de Windows, recordará Vista como una funesta versión que se vio obligado a soportar hasta que Microsoft volvió al rescate con Windows 7. Se trataba de una versión de la plataforma que consumía excesivos recursos y rodeada de molestos impedimentos (avisos de seguridad, constantes parches…) que hicieron la vida imposible al usuario. El fiasco fue tan considerable que a los de Redmond no les quedó otra que reconocer el descarrilamiento en una de las líneas de negocio críticas de la compañía y el mismísimo Steve Ballmer tuvo que salir al paso entonando un mea culpa.
Dicen que el ser humano tiene la mala costumbre de tropezar dos veces con la misma piedra, y aunque le cueste creerlo, el coloso de Washington podría estar reviviendo la pesadilla de Vista con Windows 8. Puede resultar anecdótico, pero circula por la red una foto de un local autorizado por Microsoft en el que promocionan la “desinstalación de Windows 8 para reinstalar Windows 7”. Y en oferta.
Según Cult of Mac, hay gente que está pagando por desinstalar Windows 8. Como es natural, el medio ha hecho sangre con un asunto que podría considerarse como aislado, pero no hace falta rascar mucho más para descubrir que la última versión de Windows está teniendo un arranque francamente preocupante para Microsoft. En este sentido, el primer susto para el gigante fundado por Bill Gates llegó en Navidades: Windows 8 estaba teniendo una expansión mucho más lenta que Vista, registrando al 22 de diciembre una estimación de ordenadores que lo equipaban que apenas alcanzaba el 1,6%, mientras que Vista en el mismo periodo de tiempo superaba el 2,2%.

Pero como los números resultan siempre bastante fríos, se nos ha ocurrido tomar el pulso al asunto en Google, tecleando en el buscador “uninstall Windows 8” (desinstalar Windows 8), y nos hemos topado con la friolera de casi 42 millones de páginas que versan sobre el asunto, siendo las primeras, además, guías completas de desinstalación del sistema operativo.
Microsoft culpa a los fabricantes
Con un comienzo de este tipo uno podría pensar que Microsoft podría comenzar a llevar a cabo acciones promocionales de la plataforma, pero no. Al contrario. Los de Ballmer subirán el precio de las actualizaciones a Windows 8 a partir del 1 de febrero, en una medida difícil de asumir por parte del mercado. ¿Cuáles son las claves que han provocado este inicio fallido y auguran un negro futuro para esta versión de Windows? Microsoft apunta con el dedo acusador: la culpa la tienen los fabricantes que no han surtido al mercado con el ‘hardware’ suficiente para instalar Windows 8. Los aludidos, como podrán suponer, han respondido, y lo han hecho con un misil en la línea de flotación.
Los fabricantes han explicado que ellos han creado un ‘hardware’ conforme a los requisitos establecidos por Microsoft para Windows 8. ¿El resultado? ordenadores de alta gama que “el usuario no necesita ni comprende”. La tensión entre fabricantes y los de Redmond es patente, y es que los segundos insisten en que el problema de la lenta expansión de la plataforma está en la escasa oferta de ‘hardware’.
Los fabricantes, por su parte, son más pragmáticos: “el usuario miraría con interés los ordenadores de alta gama con Windows 8 y pantalla táctil, pero acabaría comprando un ordenador de bajo coste”.
[Via ElConfidencial]