A Microsoft le van a entrar sudores fríos cuando vea estos nuevos datos: el 47% de empleados que utilizan una tableta en su trabajo utiliza un iPad, un 25% prefiere Android y solo un 15% ha optado por alguno de los escasos modelos con Windows; y lo que es peor, el 67% reconoce que son ellos, y no la empresa, los que han escogido el tablet que utilizan para trabajar (ver gráfico debajo).
Estas nuevas cifras, recabadas por Forrester Research, explican muchos de los anuncios que hemos visto últimamente y los que veremos después del verano.
El ejemplo más reciente es Office 2013, presentado esta semana. Microsoft sabe que de seguir así las cosas, a medida que las tabletas e híbridos sustituyan a los portátiles en el trabajo, su reinado histórico con Windows en la empresa podría desaparecer.
Por eso ha preparado una triple medicina: Surface, Windows 8 y Office 2013. Tres medicamentos para tres pantallas: PC, móvil y tableta.
Office es quizás su carta más potente. Solo por tener Office 2013, que ahora será táctil, muchas empresas podrían decidirse por tablets con Windows 8, que ya tiene fecha oficial de lanzamiento, el 26 de octubre. La gran incógnita es qué harán en Redmond con la esperada aplicación de Office para el iPad. La lógica dice que probablemente nunca la veamos o, quizás, solo una versión light a modo de caramelo.
Al otro lado, la respuesta de Google es el Nexus 7 que de momento ha tenido un buen recibimiento. Y Apple se guarda otro as en la manga que todos dan ya por hecho: el lanzamiento de un iPad ‘mini’, de 7,8 pulgadas, más barato y ligero, con aplicaciones específicas pensadas para el mundo de la empresa y la educación.
Se hace difícil pensar que Microsoft no vaya a ser capaz de darle la vuelta a la tortilla pero echando un ojo a sus resultados, a su primer ejercicio fiscal con pérdidas desde que salió a Bolsa, todo es posible. En otoño, más.
[Via ElPais]