Inversores y expertos en emprendeduría revelan oportunidades y nichos de mercado que precisan de poca inversión

Las iniciativas emprendedoras van al alza, pese a la falta de crédito y las dificultades derivadas de la crisis. Existen alternativas para hacer realidad una idea de negocio con pocos recursos económicos. Es en lo que coinciden los especialistas en emprendeduría consultados, que también están de acuerdo con que esta es una tendencia de futuro y una de las soluciones a la lacra del paro en España. Diversos expertos desgranan qué tipo de negocios y nichos de mercado precisan poca inversión inicial y ofrecen más posibilidades de prosperar.
“Las mayores oportunidades para emprender se dan precisamente en tiempos de crisis”, asegura el inversor, empresario social y autor del libro Ahora te toca a ti Ariel Andrés Almada. Por eso está convencido de que la mejor estrategia para encontrar un trabajo es crearlo: “De esta manera podremos elegir nuestro destino y no estar sometidos al vaivén de lo que dicten los mercados”, añade. Pero, ¿por dónde empezar? La respuesta, según Almada, es “encontrar nuestra pasión y transformarla en una habilidad que resuelva los problemas de otras personas, para así poder ganarnos la vida”. Tras esta entrevista de La Vanguardia.com, Almada decidió abrir el blog “Antiparo”, donde los usuarios pueden descargarse de manera gratuita el libro Cómo crear una empresa por menos de 100 euros al mes.
En una línea similar se expresa Martí Foz, técnico de creación de empresas de Barcelona Activa, que está de acuerdo en que “hay oportunidades, que no todo es un desastre, aunque no sea la situación ideal”. También asegura que “el emprendedor por necesidad ha aumentado”, una tendencia que ha podido constatar ya que la agencia de desarrollo local de Barcelona atiende cada mes a un millar de personas interesadas en abrir una empresa. “La clave es tener la capacidad de encontrar estas oportunidades, captar necesidades y darles una solución”, añade. Pero, ¿qué ideas tienen más probabilidades de prosperar? “Las que están basadas en el ahorro de tiempo o dinero”, señala. También pone como ejemplo negocios como los zapateros tradicionales, que perdieron clientes durante los años de bonanza económica y ahora están recuperándose.
Claves para saber dónde apostar
Los expertos coinciden en que, en general, las empresas que se pueden crear con poco dinero son las que ofertan servicios, ya que muchas de ellas no requieren una inversión inicial elevada ni existencias ni maquinaria ni tan siquiera un local físico. “Hay sectores que necesitan poco capital y donde es relativamente fácil entrar”, explica Jordi Vinaixa, director académico del Instituto de Iniciativa Emprendedora de Esade. En este sentido señala tres opciones: la primera, que la empresa pertenezca a “un sector en que el cliente paga rápido”; la segunda, que “el vehículo de financiación sea la propia operativa del negocio”; y la tercera, que el emprendedor “consiga los recursos que necesita mediante complicidad”. Y explica: “El mérito está en identificar lo que se necesita y qué hacer para que aquel que tiene ese recurso lo ponga en el negocio”.
“La primera reaccion que tenemos cuando escuchamos estas ideas es decir: ‘No, no se puede hacer, sólo de autónomos ya tenemos que pagar 250 euros’. Claro que se puede. No podemos seguir mintiéndonos a nosotros mismos ni excusándonos. Tenemos que salir de esta especie de depresión colectiva en la que todos estamos metidos”, se muestra optimista Andrés Almada. Pero, ¿de dónde surge una idea de negocio? Martí Foz apunta a tres sitios principalmente: “La propia experiencia –un consultor que trabaja por cuenta ajena y quiere montar un servicio de este tipo-; un hobby –un ingeniero mecánico aficionado a las bicicletas acabó abriendo un taller de bicis-; y la tercera es la copia –un servicio, idea o producto funciona en determinado país, ciudad o región y quiero trasladarlo aquí-”.
Un ejemplo real es el de Luis Tejera, diplomado en Biblioteconomía y Documentación. Su pasión por el coleccionismo le ha llevado a compaginar su trabajo en una cadena de librerías con una actividad económica paralela: la venta de juguetes antiguos, especialmente de la década de los ochenta. “Busco lotes grandes de juguetes”, –los TENTE y los legos son algunos de los más cotizados -, “y los comercializo en España y otros países, como Polonia, Suecia y México”. Utiliza internet tanto para encontrar las piezas como para hacer la transacción con el comprador. La inversión durante el primer año fue de 1.500 euros. Actualmente, según cuenta, dedicándole un par de horas al día, suele ganarse un sobresueldo de 500 euros mensuales.
Tener un plan B es otra de las recomendaciones de algunos de los expertos consultados. Es la manera como Franck Scipion, de 42 años, e ingeniero aeronáutico de formación, consiguió continuar trabajando tras perder su empleo. Dos años antes había abierto un blog llamado Ingresos al cuadrado, a través del cual vende cursos y asesoramiento para personas que quieren desarrollar proyectos en la red. “Gano más dinero que cuando trabajaba por cuenta ajena”, afirma. “Si estás en paro, la manera más rápida de ganar dinero es vender servicios profesionales en internet”, explica, aunque advierte que hace falta “trabajo y constancia” para ganarse la vida en la red. “De la noche a la mañana nadie puede hacer milagros”, avisa. También se muestra convencido de que “cada vez más la selección de personal se hará en base a demostrar lo que vales y sabes hacer en detrimento del currículum”.
Un nicho de mercado, una historia de éxito
Amantes de la cultura tibetana, safaris fotográficos de pájaros exóticos, coleccionismo, libros para invidentes, son algunos de los segmentos del mercado que todavía están por explorar, según explica en esta entrada del blog el autor Ariel Andrés Almada. También hace mención a negocios “anticrisis”, es decir, que tienen más posibilidades que otros para funcionar a pesar de las dificultades económicas. Este es el caso, según él, de casas de empeño, tintorerías, tiendas de planchado exprés y servicios para niños y mascotas.
Algo que “arrasa”, según Martí Foz, y que está relacionado con la tendencia de comercializar productos y servicios que ahorran tiempo o dinero al cliente son las empresas de catering con menús a precios asequibles. “Hay mucha gente que ya no sale a comer fuera de casa, pero que no tiene tiempo para cocinar y hacerse el táper”, argumenta. El especialista también menciona otro nicho de mercado: “Personalizar productos, hacerlos únicos y exclusivos”.
Otra opción es reinventar el modelo de negocio de sectores en crisis, como el editorial. Esta es la apuesta de Boolino, una red social que fundaron Sven Huber y Toni Montserrat con el objetivo de fomentar la lectura entre los niños pequeños y ayudar a los padres a encontrar los mejores libros para sus hijos. El rol de un buen librero o bibliotecario. El nicho de mercado, según explica Huber, lo encontraron en los malos resultados que arrojan informes oficiales sobre capacidad lectora y al hecho de que “cada vez se venden más libros en puntos no especializados donde la capacidad de recomendación de los vendedores es menor”. La empresa, con sede en Barcelona Activa, también se erige como plataforma de servicios para el sector editorial y cuenta con unos 45.000 libros en su base de datos.
“Hay mucho negocio en Internet”, se muestra convencido el profesor de Esade Jordi Vinaixa, aunque matiza que “no está claro quién se lo llevará, es decir, qué negocios funcionarán”, lo que exige “propuestas, saber llegar al cliente, ofrecerse a precios razonables y que no existan muchas alternativas”. Y alerta: “Habrá muchos fracasos también”. Mientras que para Martí Foz la red “facilita la publicidad y el marketing, el hecho de darse a conocer con pocos medios”, aunque también advierte que esta regla no es válida para todo el mundo y que hay sectores que no pueden basar su promoción sólo en las redes sociales.
Y concluye Andrés Almada: “Ahora todo el mundo le dice a los jóvenes que tienen que emprender, pero son muy pocos los que les explican cómo hacerlo realmente. Hay que transmitirles que no va a ser un camino de rosas, pero que las recompensas puede ser inmensas, y no solo a nivel monetario”.
[Via LaVanguardia]